lunes, 29 de septiembre de 2014

Sentirte chiquitito

Le ha ocurrido desde que tiene memoria. Al principio con sus héroes favoritos de los dibujos animados. Con mamá, con papá, y también con Diego, quizás porque siempre ha sido el mayor. Más tarde con su tío, que siempre tiene algo nuevo que enseñarle. Empezó el colegio y el concepto se hizo más latente: compañeros menos tímidos, que tienen más apoyo del resto de la clase o simplemente molaban más que él. En el instituto todo esto se multiplicaba por veinte...  Ya en la universidad era distinto, porque como "hemos madurado",  ya no somos tan críos y tontuneros como antes. Como habíamos crecido un poquito más, también habíamos aprendido a disimular un poquito. En todos los temas de la vida estaba latente, con los amigos, con las chicas, con los vecinos, los compañeros, los conocidos, los libros... Por mucho que pase el tiempo no puede evitar llegar tantas veces de vez en cuando a la ridícula y cierta conclusión de lo tremendamente pequeños y absurdos que somos en este mundo, sobre todo cuando nos comparamos con aquellos que tienen cualidades que anhelamos tener pero que aún no hemos alcanzado. Entonces es cuando decidimos correr detrás de ellos y evolucionar, o quedarnos desde abajo contemplando las vistas. Y la verdad es que no sabría decir que es lo que prefiere, porque desde que fue a Nueva York ha cambiado ligeramente su perspectiva sobre este tema.

Pero lo que desde luego tiene claro es que él y solamente él elige quien le hace sentirse chiquitito. Porque es libre. Porque es su regalo

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