viernes, 29 de mayo de 2015

Haizea

Antes de empezar a leer, visitar el siguiente enlace :)


https://www.youtube.com/watch?v=sxyZqL3XS3Y (minuto 40:30, aunque realmente todo el video es muy recomendable)

traducción de la canción: https://sheuron.wordpress.com/2005/09/27/haizea-de-ken-zazpi-traducida/

Es un leve susurro, como regusto de un trago de whisky apurado. Dura un instante el ardor pero después se esfuma. Porque nada de lo que nos pertenece será eterno, solo lo que logremos conservar dentro de nuestros recuerdos. Y a veces ni siquiera eso.

Sin embargo, seguimos día a día escribiendo nuestra historia, recorriendo el camino. A veces un paso atrás significa dar dos pasos adelante, otras veces un momento implica años de reflexión...

Tropezamos. Nos caemos de manera tan cómica que no podemos sino reírnos de nosotros mismos. Y aunque lloremos, sabemos que lo hacemos por necesidad. Porque anhelamos cada segundo como el aire que respiramos, y son nuestros sentimientos los que nos permiten abrazarnos al tiempo, que al fin y al cabo es lo único que realmente poseemos. Un tiempo finito del que tenemos la suerte de no conocer el final, pues, ¿no es esa incertidumbre de desconocer el futuro la que nos permite no fustigarnos incesantemente por nuestro pasado mas reciente? ¿no deja de ser esta la que, matando nuestra culpa, nos despoja de la falsa convicción de vivir arrepintiéndose constantemente del pasado, ignorando consecuentemente el presente?

Total que de vez en cuando, recorrido un largo trecho, no nos queda mas que la sensación de una suave brisa de viento en nuestro rostro, que se difumina toda sensación vivida reduciéndola a un hecho cuantificable y, esto no nos lo cuentan en la escuela, si es cuantificable, lo podemos superar. De manera que lo único realmente valioso que puedo extraer de todo lo vivido es mi deseo de sobrevivir.

Así es, soy un superviviente. Y tú también. No somos más que animales aferrados a sobrevivir a todo lo que nos enfrente, porque para ello hemos nacido. Porque no sabemos hacer otra cosa. Todo lo demás, lo que no viene con nosotros, se lo lleva el viento.

martes, 26 de mayo de 2015

Indefensión aprendida

https://www.youtube.com/watch?v=OtB6RTJVqPM

Cuando nos caemos por un agujero tan profundo que la luz pasa a convertirse en una ilusión. Cuando somos más felices por la noche que por el día. Cuando no queremos que salga el sol para no tener que mirarnos al espejo. Cuando somos incapaces de reconocernos en lo que hacemos. Cuando nos refugiamos en el comportamiento de otros para justificar nuestras acciones. Cuando no nos gusta lo que vemos. Cuando pasan los días y sigue sin gustarnos lo que vemos. Cuando vemos a alguien luchar por cambiar las cosas y le dejamos caer delante de todos, porque no vamos a ser el primero que le tienda la mano. Cuando te sientes mejor en el medio de la multitud. Cuando perdemos todo rastro de identificación personal. Cuando deseamos ser mediocres. Cuando deseamos no llamar la atención. Cuando no nos escuchamos. Cuando no les escuchamos. Cuando una sonrisa es una mentira edulcorada. Cuando se critica la bondad. Cuando se elogia el cinismo. Cuando dejamos que el interés de unos pocos prevalezca sobre el de los muchos. Cuando nos encerramos en nuestra cárcel mental. Cuando dejamos de estar enamorados de nosotros mismos. Cuando dejamos de enamorarnos de los demás. Cuando el deseo se convierte en necesidad. Cuando el destino nos quita las riendas de la existencia. Cuando las causas perdidas dejan de tener sentido. Cuando los besos sean fríos. Cuando la espontaneidad esté prohibida. Cuando la educación plural sea un delito. Cuando el dinero compre los abrazos. Cuando perdamos la conciencia de la repercusión de nuestros actos. Cuando seamos incapaces de amarnos. Cuando seamos incapaces de amarles. Cuando solo leamos libros de economía y autoayuda. Cuando nuestro valor se mida por el dinero que generamos. Cuando los sentimientos se puedan comercializar.

https://www.youtube.com/watch?v=rXB8qlf69MY

Cuando el brillo de nuestros ojos muera en un mate y todo lo que nos rodea carezca del más mínimo reconocimiento. Y los recuerdos que guardamos cicatricen en ácidas costras cristalinas.