miércoles, 31 de agosto de 2016

Gota a gota

https://www.youtube.com/watch?v=W4DTYmmTsyQ

Si fuese perfecto, si fuese el más sabio, si fuese capaz de ver las cosas con una perspectiva distinta a la de los demás. propondría cambiar mañana mismo el mundo, prometería que otro camino es posible, y llenaría de esperanza los sueños de mis compañeros.

Pero solo tengo dos ojos, dos pies y dos manos. No puedo ver, ni pensar, ni tocar, ni caminar más que cualquiera.

Poco a poco, paso a paso, cada día estoy más convencido en que encontraremos lo que nos une. Y nos abrazaremos a ello, y todos juntos conseguiremos algo increíble. Sueño con ello, y verdaderamente lo espero, al igual que todos vosotros.

Poco a poco, migaja a migaja....

jueves, 25 de agosto de 2016

Budapest

https://www.youtube.com/watch?v=qeniPNDQoNI

Nos atrevimos a soñar contigo, a pesar de que pensar en llegar siquiera a verte era una puta locura. Creímos en ti desde el primer momento. Conocimos a muchas durante el camino, nuestro camino... no puedo evitar sonreir cuando pienso en todo lo que hemos recorrido, las personas que conocimos, cada una de las personas que te hicieron posible. Es muy fácil pensar que el mundo es un lugar de mierda, que no puedes confiar en nadie, que sólo dependes de ti mismo, pero es mentira, el mundo está lleno de gente increíble, de gente capaz de empatizar con tus metas y darte un pequeño empujoncito para que las alcances.

Nunca olvidaré el momento en que bajamos del coche, en la puerta del hostal donde nos alojábamos, como si el lugar donde aparcamos hubiese estado reservado todo el día para nosotros. Fue la primera vez que sabía que iba a regresar a una ciudad antes de abandonarla. Podría seguir escribiendo durante horas contando todo lo que nos pasó, mis impresiones sobre ti y tus calles, tu gente, y la extrema pobreza que te rodea. Nunca olvidaré el reflejo del sol en el Danubio, el Parlamento o las vistas desde nuestro hostal. Tampoco olvidaré que tardamos 4 horas en salir del hostal porque en el hall había un bar con cervezas tan baratas que no podiamos parar de consumir, o la tarde en las termas viendo los juegos olímpicos mientras el sol se ponía...

Jamás olvidaré tus noches, y ese momento jodidamente mágico en el que unas 40 personas nos pusimos a cantar, abrazados, como si nos conociésemos de toda la vida, el You´ll never walk alone, ese instante alegrará mi corazón hasta que se canse de correr.

Gracias por enseñarme que los sueños están para perseguirlos.

**el video que se adjunta contiene el "you´ll never walk alone", posiblemente el mejor himno futbolístico, cantado por varias aficiones pero famosamente atribuído a los hinchas del Liverpool F.C., quienes lo cantan al comienzo de cada partido. 


lunes, 22 de agosto de 2016

Llegará septiembre

https://www.youtube.com/watch?v=Sf6S9KDyNOs

Llegará una noche en que la luna no quiera seguir hablando
porque las estrellas se pondrán a tiritar,
y para que no pasen frío,
las ocultará con un manto.

Llegará una mañana en que despierte antes que el sol,
y el frío a bofetadas me quite las legañas
en el tiempo que tardo en coger el autobús.

La rutina volverá una mañana
a recordarme que sigo vivo, que no puedo pararme,
y me dará un cálido abrazo aunque yo la rechace.

Llegará una mañana en la que hoy parezca lejano,
tanto como si fuese un sueño, o algo que hubiera imaginado
y me sentiré como si todo esto nunca hubiese pasado.

Llegará una mañana en que hable del mundo que he visitado,
de las fotos que he mostrado, de las anécdotas que ya he contado,
y todo tendrá el olor de la canela.

Porque pocas cosas huelen peor que la rutina,
pero si no somos capaces de vivir con ella, tampoco seremos capaces de abandonarla.

lunes, 15 de agosto de 2016

Cuando fuimos los mejores


https://www.youtube.com/watch?v=eMo2p70b4KA

Cuando fuimos los mejores, la moneda de cambio era la cerveza. El valor de las cosas se contabilizaba en cafés o en copas. La palabra "no" carecía totalmente de significado. Salías de casa un viernes a las 6 de la mañana y regresabas el domingo a la hora de comer. Echabas un par de calzoncillos en la funda de la guitarra por si el finde se liaba más de lo previsto. El significado de la expresión "volver pronto a casa" iba adquiriendo connotaciones diferente según iban pasando las horas. Si un colega pillaba, lo celebrábamos como si acabases de ganar la champions. El tiempo era una pelota que pasábamos horas y horas dando patadas. Las derrotas sabían mucho mejor que las victorias. Soñábamos con hacer un interrail los primeros años y acabamos dándonos cuenta de que Europa era demasiado pequeña para nosotros. No necesitábamos poner nuestra vida en facebook para conocer gente realmente fascinante. Las chicas (y los chicos) iban y venían, pero los colegas siempre se quedaban, o casi siempre. Salir con un plan de fiesta establecido significaba tirar la noche a la basura. 

La mejor cerveza era la más barata, menos la cruzcampo. 

Viajabamos como animales, como auténticos animales, recorriendo ciudades como quien colecciona cromos y, de vez en cuando, nos traíamos a casa un trocito de ellas. Cualquier escusa era buena para ponerse a cantar Los Delincuentes a las cuatro de la mañana. Éramos capaces de hacer la gilipollez mas absurda solo por unas cervezas. Tropezabamos y nos caíamos muchas veces, pero siempre nos levantábamos. Éramos capaces de recorrer 4000 kilómetros y diez países en dos semanas, saliendo todos los días y viendo las ciudades con la sensación de aquel que teme no poder volver a visitarlas, y despertarnos día tras otro con la ilusión de conocer más. Cuando parábamos a pensar las cosas que habíamos hecho, daba miedo, pero ese miedo era precisamente parte del encanto. 

Podíamos enamorarnos de un beso de una noche y de una persona durante años, y también olvidarnos a la mañana siguiente. 

Las cosas nunca habían parecido tan sencillas de cambiar, y a la vez tan complicadas. El esfuerzo era algo muy relativo. No se buscaba la meta más esplendorosa, sino el camino más largo. Nuestra mayor preocupación era el miedo a quedarnos sin nuevos objetivos, porque en ellos se encontraba el significado de nuestra juventud. Vivíamos sabiendo que un día más era un día menos, por lo que mirar hacia atrás no tenía sentido si no era para sonreir. Aprendíamos las letras de las canciones más absurdas y las convertíamos en nuestros himnos, pero a escondidas seguíamos cometiendo nuestros pequeños pecados musicales. Nos ponía muy nerviosos ser de los que se quedan mirando, para eso nos quedaban muchos años, preferíamos ser parte del elenco central.

Cuando fuimos los mejores, sabíamos que lo éramos.


Andorra, Niza, Mónaco, Turin, Brescia, Verona, Trieste, Ljubliana, Budapest, Viena, Munich, Heidelberg, París, Burdeos y San Sebastián. 

Hála barátok