domingo, 5 de febrero de 2012

Se quitó las zapatillas para dejar que la arena de la playa solitaria acariciase sus pies. No pasaba ni un solo coche por la carretera, el sonido del mar discutiendo con el viento era lo único que llegaba a sus oidos.
No era verano pero le daba igual, estaba en casa. Recordó la última vez que habia pisado antes la playa, y le recorrió un escalofrío. Todo estaba tal y como lo había dejado, daba igual que él creciese o madurase, la playa seguía siendo la misma.
Encontró su rinconcito, cerró los ojos y dejó que la marea se llevase sus sentimientos.

1 comentario:

  1. Cómo me gustaría estar ahora en un lugar así y poder tener esas sensaciones.

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