martes, 6 de junio de 2017

Ocho

Han pasado ocho años desde que os fuisteis. A ti te llevó la ley de vida, pero a ti... tú te fuiste antes de tiempo.

El recuerdo más joven que tengo es de unas navidades, cuando Papá Noel, que siempre era el que dejaba los regalos en tu casa, dejó un gran barco blanco (¿sería una premonición?).  

Después llegaban años en que me picaba contigo porque no dejabas de hacerme de rabiar. Pero siempre estaba Papá Noel para dejar un regalo increíble en tu casa. El año que trajo la mansión de Cásper fue sencillamente fantástico. 

Pero seguí creciendo. Y me enamoré de los tebeos. Y aunque tú no fuiste el primero, siempre estabas ahí, invitándome a tu casa para pasarme las tardes de verano leyendo tus abarrotadas estanterías. Siempre me hablabas de los dibujantes mientras yo solo leía a mis superheroes favoritos. Fuiste el primero en hablarme de John Romita, y de todos los que vendrían detrás. Llegaron las ferias del comic, y aunque siempre nos quedará pendiente Barcelona, jamás me olvidaré de Madrid. Esas naves llenas de estantes con tebeos, los nervios de no saber qué comprar porque quería llevármelo todo... y entonces los encontré. A Thanos y a las Secret Wars. 

Nunca entendía por qué solo comprabas revistas de dibujantes en vez de tebeos, y me las ofrecías aunque sabías que no las iba a leer. No lo entendía entonces, supongo que cuidar de los peques implica también paciencia. Recuerdo nuestras charlas de camino a todo este mundo, donde realmente llegábamos a conocernos, la caña que me metías, cómo hablabas de que no querías conformarte con las cabezas de gambas chupadas de los que estaban más arriba. Pero te las comías, porque hacía muchos años que habías abandonado el orgullo, porque el amor que tenías lo había reducido a una frase absurda.

Me diste tanto antes de irte, me das tanto cada día. Sé que sigues en un rinconcito mirándome, pasándolo mal cuando me caigo y sonriendo cuando avanzo. Lo que te hace grande no es la persona que llegué a conocer en ti, sino todo el camino que te llevó a ser quien fuiste. Te marchaste pronto, como todos los jodidos genios de este planeta, pero te llevo conmigo. Siempre con nosotros.

Vuestro ejemplo vive, ardiendo en nuestro interior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario